Poco más de medio año fue el plazo que en julio de 1853 el comodoro Matthew Calbraith Perry (1794-1858) concedió al gobierno samurai para la firma de un tratado llamado a transformar explosivamente varios siglos de historia japonesa. Tras comprobar la potencia de sus cañones, las autoridades militares locales no demoraron mucho en convencerse. Sin embargo, lo más terrible de la tecnología armamentista estaba aún por aparecer y faltaban todavía algunos decenios para que el ruso Anatoly Georgievich Ufimtsev (1880-1936) inventara en 1898 un híbrido tan caprichoso, mezcla de gradualidad y explosión, como una bomba de relojería…
Una página del libro de Hosokawa |
En 1796, año octavo de Kansei, cincuenta y siete años antes de la llegada a la bahía de Uraga de los cuatro navíos militares comandados por el norteamericano, un descendiente de los condestables de Tosa llamado Hosokawa Hanzō (1741-1796), quien ejercía las complejas funciones de tenmonkata (天文方) del gobierno de bakufu, como para cerrar con un acto inolvidable la página última de su vida, publicó en Edo un libro, insólito ya para su época, que guardaba más maravillas que una caja de sorpresas para la posteridad. La obra, compuesta de tres partes, contenía meticulosas descripciones verbales, ilustradas hasta el más mínimo detalle, de trece mecanismos: cuatro tipos de relojes japoneses y nueve muñecos mecánicos. Inicialmente Hanzō, el autor, había concebido su Kikōzui (『機巧図彙』) como un texto que compilaba exclusivamente las nueve descripciones de muñecos, pero después comprendió que resultaba desde todo punto de vista imprescindible incluir también una sección dedicada a los relojes, así que decidió anteponer a las dos partes que había elaborado previamente, otra dedicada por entero a los cuatro tipos de wadokei (和時計). Y conviene destacar que el hecho de que precisamente la parte tercera en el orden cronológico de elaboración, acabara por ser elegida como la primera en el orden lógico de la exposición, demostró tener a la larga un significado mucho más sugerente que el de una simple elección aleatoria de su autor referente a su concepción formal.